martes, 8 de marzo de 2011

EL FARO DE ALEJANDRÍA

El arquitecto Sóstrases de Cnido recibió en el 279 a.C. un encargo del rey Ptolomeo Filadelfo II para construir una torre en la isla de Faros, frente a Alejandría. Consistía en una gigantesca torre sobre la que una hoguera permanente indicaba la posición de la ciudad a los navegantes, ya que la costa en esa zona era demasiado llana y no se podía apreciar bien. Su finalidad sería servir de guía para los navegantes hacia la entrada del puerto más importante de la época. El nombre de esta maravilla antigua era "la Torre de Faros", y de este nombre saldrá la palabra Faro, para designar a todas las construcciones posteriores para ese fin.
Ochocientos años después de su construcción, el califa Al Walid pasó a la historia tanto por su codicia como por su ingenuidad. Hizo derribar en el año 1480 los restos del faro con la esperanza de encontrar bajo su estructura un inmenso tesoro escondido. Se equivocó y las ruinas fueron usadas para construir una fortaleza en la zona. Hoy en día sólo nos queda el recuerdo transmitido de generación en generación y los antiguos grabados. Hay un debate acerca de las posibles estatuas que se hallaban en el Faro, pues algunos autores suponen representaban a Poseidón, dios de los mares y Zeus. Otros han sugerido que hubo dos estatuas de los dioses Castor y Polux; los dioses griegos considerados protectores de los navegantes. Esta teoría esta basada en la inscripción de la dedicatoria que se talló en la pared del Faro, "Sostrato de Cnido, hijo de Dexífanes, en nombre de los marineros, a los salvadores divinos", mientras que la frase "salvadores divinos" habitualmente se refería a éstos hijos gemelos de Zeus (Castur y Polux). Hubo una cierta incertidumbre como para también permitirle referencia a Ptolomeo Soter (El Salvador) y su esposa Berenice e incluso a ambos  de ellos como verdaderos artífices de la construcción. Ellos nos cuentan como el misterioso espejo según la leyenda era también usado para detectar y quemar buques enemigos antes que estos pudieran dar alcance al puerto.

La leyenda dice que Sostratos buscó durante mucho tiempo un material que resistiese el agua del mar, y que finalmente construyó la torre sobre gigantescos bloques de vidrio. En 1373 un terremoto destruyó los restos de la torre. Sus ruinas se han buscado en vano.
La altura de este gran faro alcanzaba los 134 m., el resto del edificio era de forma octogonal sobre una plataforma de base cuadrada y estaba compuesto de bloques de mármol unidos con plomo fundido. En la parte más alta, un gran espejo metálico reflejaba la luz del sol durante el día y por la noche proyectaba la de una gran hoguera a una distancia de hasta 50 km. Se compuso de tres pisos: El bajo de forma cuadrada era de 55.9 m. de alto con un núcleo cilíndrico. El medio en forma octagonal con una longitud de lado de 18.30 m. y una altura de 27.45 m y el tercero en forma circular de  7.30 m. de alto. El núcleo interno se usó como un eje para levantar el combustible que se necesitaba para dar fuego en la cima de la torre. Para acceder a la entrada existía una rampa abovedada larga. De allí, una escalera espiral que llevaba a las muchas cámaras que tenía y usadas quizás por bestias de carga para llevar combustible al tercer piso donde el fuego se quemaba en la cumbre.

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